¿Te sientes estancad@ y ves que tu negocio no tiene los resultados que quieres? Probablemente empezaste tu negocio con mucha ilusión y muy motivad@, y ahora estás trabajando muchas horas, invirtiendo no sólo tiempo sino también energía y dinero y, sin embargo, no ves resultados, o no los que tu quieres.

 

Eso hace que te desanimes, que empieces a dudar de tus habilidades o de tu idea, que estés empezando a perder las ganas y motivación iniciales y ya no sepas qué hacer a continuación. ¿Seguir así, abandonar, quizá cambiar algo?

Si te encuentras en esa situación estas son mis recomendaciones:

1. Identifica cuál es el problema

 

Si no sabes lo que falla no podrás solucionarlo. A lo mejor con el día a día y el desánimo ni te has parado a considerar qué es lo que pasa. ¿Qué falla? No tienes suficientes clientes, ingresos, ya no te emociona lo que haces, ¿cuál es el problema?

En función de eso podrás determinar qué estrategia necesitas para salir del bache. Para ello es importante que conozcas muy bien el funcionamiento de tu negocio, tus números. Lo que ingresas, lo que gastas, las conversaciones que tienes con clientes potenciales, la publicidad que haces, y si te sigue entusiasmando lo que ofreces (no todo es cuestión de números y si no te gusta lo que haces, por mucho que ganes no estarás satisfech@).

Tienes que ser consciente de todo para poder analizar en cualquier momento qué funciona y qué no y hacer los cambios necesarios, ya sea contratar a alguien, hacer algún curso o cambiar de proyecto, pero no tomes ninguna decisión sin conocer muy bien la situación de tu negocio.

2. Cuidado con la impaciencia

 

A veces no es que las cosas no funcionen, sino que estás sembrando y todavía no ha llegado el momento de cosechar. Es una de las etapas más duras de un negocio porque todos queremos ver resultados inmediatos, pero a veces no es posible y hay que seguir sembrando y esperando hasta que empieces a ver los frutos.

La impaciencia puede hacer que tomes decisiones poco pensadas y, aunque siempre es bueno hacerle caso a tu intuición, en mi opinión en un negocio las decisiones tienen que ser estratégicas y no tomadas al azar.

Por supuesto tienes que determinar si en verdad es cuestión de seguir perseverando o más bien de hacer algún cambio. Eso lo sabrás si, como mencioné antes, conoces a la perfección los números de tu negocio, y si ves que hay algún progreso. Si hay algo de movimiento o todo está parado. Si hay avances es buena señal, si llevas un tiempo sin ningún tipo de progreso es hora de replantearte la situación.

3. Evita las comparaciones

 

En esta situación es muy fácil empezar a compararte con los demás y sentirte aun peor. Se dice que las comparaciones son odiosas por algo. Si analizas a tu competencia estratégicamente y con un sentido bien, pero empezar a comparar tu negocio con otros para hundirte es otra cosa. Recuerda que muchas veces una cosa es lo que ves y otra la realidad. Además, muchos profesionales que ahora triunfan han trabajado duro muchos años; y personas que triunfen de la noche a la mañana hay pocas y son la excepción.

4. Céntrate en lo importante

 

Ahora es más importante que nunca que te centres en lo que puede hacer funcionar tu negocio y no te pongas a hacer cosas al azar o, por desesperación, a perder el tiempo delante del ordenador o en las redes sociales por ejemplo. Piensa qué necesitas ahora mismo y ponte a ello. Las cosas no se resuelven solas, tienes que determinar qué falla y ponerte manos a la obra.

Elige uno de estos puntos y ponte en marcha hoy mismo. ¿Qué es lo que más necesita tu negocio ahora mismo? ¿Cómo puedes conseguirlo? Cuéntamelo en los comentarios.